El alojamiento compartido es un tipo de alojamiento en el que el servidor se divide en una gran cantidad de cuentas que comparten las mismas direcciones IP y recursos del servidor. El alojamiento de sitios web compartido es el más extendido y económico, pero también tiene una serie de limitaciones. Debe entenderse que algunos recursos (RAM, tráfico, tiempo del procesador) serán compartidos por todos los usuarios en un servidor. Sin embargo, si tiene un sitio pequeño, un recurso con poco tráfico, el alojamiento virtual le conviene.
Si no puede determinar cuántos recursos se necesitan para el funcionamiento normal de su sitio, puede comenzar con bastante seguridad con uno de los planes de tarifas más simples. Si su sitio crece y requiere más recursos, puede cambiar la tarifa por una más alta. A lo que debes prestar atención en primer lugar:
Espacio del disco;
restricciones de tráfico;
características de las bases de datos;
la cantidad de sitios web (dominios) que puede alojar en una cuenta;
el número de subdominios y dominios estacionados;
la posibilidad de comprar su propia dirección IP;
el número de posibles cuentas FTP;
la cantidad de cuentas de correo (buzones) que puede crear en una cuenta.
Estos son algunos de los parámetros importantes que diferencian los posibles paquetes de alojamiento compartido. Pero si recién está comenzando su camino como webmaster, entonces no debe obsesionarse con todas estas sutilezas, porque siempre cambia el plan de tarifas con el proveedor de alojamiento elegido.
También es importante mencionar el panel de control con el que puede administrar su hosting.
Para qué es adecuado el alojamiento virtual: para sitios de tarjetas de presentación simples, sitios de información, blogs y foros de media visita, así como tiendas en línea con requisitos mínimos.
Ventajas:
bajo costo;
claro incluso para principiantes para administrar su cuenta de alojamiento a través de un panel conveniente;
Soporte completo del proveedor de alojamiento en caso de problemas relacionados con el servidor.
Desventajas:
derechos administrativos limitados;
la incapacidad de determinar la configuración del software;
la necesidad de compartir algunos recursos del servidor con otras cuentas ubicadas en el mismo servidor que el suyo.
